Calendario Ancestral Andino

Épocas del año en relación al calendario ancestral andino


La característica principal de cualquier calendario andino, puesto que hay muchos con diversas características regionales, es que la mayoría de sus acontecimientos “celebra” algún fenómeno natural terrestre y/o cósmico, es decir un hecho formal científico, una manifestación de la existencia, así mismo es también casi siempre momento para reciprocar, para agradecer y por supuesto para celebrar. Nuestro calendario escolar se basa en una variedad de fundamentos locales y regionales de esta forma ancestral de interpretar la existencia, de esta manera  nuestros latidos pulsan naturalmente al mismo ritmo de la vida. Aparte de ello, en el enfoque propiamente pedagógico consideramos sus cualidades en aspectos como ecología, matemática, astronomía, valores, historia, arte, etc.

La versatilidad, característica innata de nuestra cultura permite con facilidad adaptar nuestra cosmovisión al calendario impuesto actual, por lo que el orden propuesto ahora, no significa el fin o comienzo real del ciclo natural anual, como veremos, esta medición correspondería al 20 y 21 de junio.

PUKLLAY (MARZO – ABRIL)

La milenaria celebración que en éste tiempo se conoce como PUKLLAY tiene diversas variaciones en el ámbito en el que se mantiene vigente, es decir en todo el territorio andino y parte de la Amazonía, su origen se remonta a los albores de la humanidad cuando la especie humana, para su sobrevivencia, dependía totalmente de lo que le brindaba la naturaleza, cada temporada de lluvia traía consigo mucho alimento y un clima más cálido, entonces este anual evento natural, luego de casi la mitad del año o más con frío y poco o nada de alimento, bien ameritaba una celebración o por lo menos un regocijo general que fue tornándose paulatinamente de una reacción instintiva en una institución, planificada y diseñada para expresar en su plenitud agradecimiento a la vida, se produjo así un contexto temporal dedicado a canalizar el “instinto“ de reciprocidad o AYNI, agradeciendo y celebrando la vida, vivenciando la fertilidad de la madre tierra, con  abundancia.

PUKLLAY, traducido literalmente como juego, también nos remite a “vivir nuestra vida alegremente como en un juego”; esto no quiere decir que vivamos  irresponsablemente, más al contrario, promueve “vivir” humanamente la vida y no sobrevivir como una especie de máquinas insensibles, se trata de ser responsables con nosotros mismos. Lo que comenzó como una actitud primigenia de gratitud, en este tiempo actual trae consigo otras funcionalidades, se mantiene la actitud de agradecimiento y celebración de la vida, mas también se promueve un contexto en el que el amor o mejor dicho el enamoramiento, proceso natural del ser humano, se desarrolle armoniosamente y en un clima de respeto y libertad, en una atmósfera donde los valores humanos innatos, indican cual brújula la dirección en el horizonte  de la vida.

En el calendario escolar, corresponde al mes de marzo, coincidiendo con el inicio de las labores. Durante el mes se aborda el tema en cada una de las asignaturas y la celebración principal se realiza un día en el que todas y todos ataviados tradicionalmente danzamos serpenteando en columnas o rondas, música característica de la época.

CHAKANA WATURIKUY (MAYO)

Autor: Hugo Franco Salas
Chakana o Chakata,  es así  como se le conoce a la constelación de la cruz del sur, en Runa Simi (quechua), idioma hablado por millones de personas en una gran área territorial de América del sur. Hay vestigios que datan 8 mil años de antigüedad, de la observación y estudio de las proporciones de esta constelación de la vía láctea, formada por cuatro estrellas situadas de manera que nos dirige a imaginar dos rectas que se intersectan, los antiguos identificaron en el eje mayor de esta imaginaria cruz, una diagonal, la de un cuadrado formado por las proporciones del eje menor, un cuadrado que cuando la magnitud de cada  lado es la unidad su diagonal medirá raíz cuadrada de dos ( , primer paso de un proceso para hallar el valor de Phi ( , en este proceso se hallará además entre otras cosas la solución a la cuadratura de la circunferencia y como una dádiva,  al realizar los trazos de este proceso geométrico visualizaremos la figura de la Chakana, cruz escalonada que representa  a la constelación de la cruz del sur y fue utilizada masivamente por milenios como un ordenador hasta hace unos cientos de años.

Esta celebración trasciende hasta nuestros días, mas ahora, cubierta por un artificial y opaco barniz colonial, no obstante mantiene muchas de las formas ancestrales de cómo se desarrollaba esta celebración, como ejemplo, todavía se prenden fogatas para acompañar a la cruz durante toda la noche y se bailan danzas que rememoran elementos de la Vía láctea o Willkamayu en Runa simi, entre ellos llamas y otras constelaciones.

Se desarrolla básicamente durante los cuatro primeros días de mayo, aunque la observación de la constelación es propicia todo el mes. Para deleite nuestro, el aniversario de creación de la escuela coincide con este evento cósmico, por lo que en la noche del tres de mayo nos reunimos a observar y estudiar las constelaciones en el cielo nocturno; así también, libre y voluntariamente, de manera colectiva o individual, participa la población de Kusi Kawsay en la serenata artística de la institución y al día siguiente se realiza la celebración principal con un amplio programa. Como en todos los procesos del calendario, el tema se aborda también en las cesiones de clase durante el mes.

AYMURAY (MAYO)
En estos lares al tiempo de cosecha le llamamos Kallchay; en nuestro contexto inmediato la manera ancestral de celebrar esta labor ritual está casi extinguida, por ahora al menos vive en la memoria, sin embargo, aunque ya casi nadie lo celebra, sabiendo o no, todos nos beneficiamos. Es el tiempo cuando se veían grupos de personas acarreando a paso raudo fardos de plantas maduras de maíz, simultáneamente  coreando el Haych’ay, alguien  tocando una corneta de bronce o piel de cola de algún animal, adelante guiando el Qollana y al final cerrando la columna de cargadores uno o más niños o a veces algún adulto recogiendo la Khellapa que son las mazorcas que se desprenden y caen con el movimiento del trajinar. Los fardos,  luego de deshojada cada mazorca, se ponen en una disposición predispuesta tradicionalmente, haciendo una especie de pared para preservar las mazorcas colocadas para su secado, en columnas de acuerdo a su color, esta actividad durará algunas semanas hasta el desgranado, siempre en un cómodo ambiente festivo en el que participa la familia y comunidad entera.

Usualmente en nuestro medio se cosecha en el mes de mayo, sin embargo en la escuela, dependiendo de la madurez de los cultivos se procederá a cosechar, de acuerdo a las costumbres, y como siempre el tema se profundiza en clases, desde los diferentes enfoques de cada asignatura.

APU QOYLLURITTI (MAYO – JUNIO)

Tal vez sea la última celebración de origen ancestral que está vigente con tanta fuerza, se calcula en más de 100 mil personas las que visitan las faldas del Apu Qoyllurit'i durante los 4 o 5 días en los que se realiza la peregrinación.

Sus orígenes nos remiten a las expediciones que debieron hacer en tiempos inmemoriales los habitantes de la selva que buscando la fuente original del agua llegaron a los glaciares, consolidándose paulatinamente la travesía como una peregrinación anual de afluencia masiva; hoy no vienen más como antes lo hicieron gente de la selva, no obstante se continúa danzando  con la participación de personajes o elementos de ésta zona específica, los ejemplos más reconocibles son las variedades de danzas Ch'unchu, palabra en  Runa simi que literalmente significa selvático y la esencial participación de unos danzantes, los Ukuku que no son otra cosa que una especie de reencarnaciones de los osos de Anteojos que habitan aun las zonas de la selva cercanas a la Cordillera de los Andes. La presencia de plumas, semillas y otros elementos de origen selvático en los atuendos corrobora también la premisa.

En la actualidad como en el caso anterior esta celebración se realiza casi en su totalidad con otros elementos de referencia espiritual diferentes a los que originaron y mantuvieron viva ésta celebración, así también en estos tiempos es una fuente para el negocio del turismo y  estudiosos de todo tipo. Casi desaparecido, un caso similar sobrevive en septiembre, la peregrinación al Apu Pachatusan, muy acudida hasta la década de los ochenta aproximadamente.

En este caso cada grado y en cada curso, en el mes de mayo o principios de junio, se encarga de estudiar y celebrar éste milenario evento.

INTI RAYMI (JUNIO – JULIO)



 Denominación que deviene de los vocablos Intiq Raymin que significa La fiesta del Sol, celebración que está descrita parcialmente en las crónicas, pues solo se le describe como una celebración festiva-religiosa cuando las bases esenciales de este suceso eran  la observación de esta importante entidad, la medición de su aparente salida y trayectoria, cálculo y marcación de hitos a partir de estos indicadores, es decir un acontecimiento científico, indispensable para el "manejo" del clima, necesidad básica en una sociedad mayoritariamente agricultora como todavía  es en el territorio Andino.

Waman Puma en sus crónicas describe y dibuja cómo se le "calienta" al sol en ésta época, la más fría del año, el Inti está representado con un semblante joven y débil calentado por hogueras que sus hijos le ofrecen en las frías pero hermosamente despejadas noches; acompañan como antes, también en la actualidad con danzas y música de "tropas" de músicos (sobre todo en la zona Aymara) durante toda la noche del 20 de junio, esperando en un solo pulso, el de los corazones, el baño de  los primeros rayos del Inti Tayta o padre sol, en comunión concreta y recíproca con la naturaleza, con la vida. En la zona Qolla o Aymara se celebra además el comienzo del nuevo año.

En el lenguaje científico contemporáneo este suceso se denomina Solsticio, el de invierno en el caso del hemisferio sur.

En Kusi Kawsay, celebramos con un Tantanakuy que reúne principalmente delegaciones indígenas de pueblos y comunidades aledañas y otras inclusive desde Ucayali y Takile, en Perú, desde Bolivia, Canadá y Estados Unidos, y visitantes individuales de otras latitudes del mundo.

En la actualidad el publicitado Inti Raymi es más que todo un producto negociable destinado a la industria del turismo, es una puesta en escena de un guión escrito hace algunas décadas, no obstante mantiene vivo por lo menos el recuerdo de esta celebración otrora considerada como una de las más principales del año.


HAYWAKUY (AGOSTO)

Para un pensamiento puramente racional, dar de comer a las montañas, lagunas, ríos, etc., será incoherente y carecerá de sentido, pues lo que no tiene vida no necesitará alimentarse y mucho menos tendrá sentimientos. Según la forma ancestral “humana” de cómo vemos la vida, cada partícula del cosmos está viva y es parte de una gran familia, por ello la madre luna, el abuelo montaña, la hermana alpaca o la madre maíz, en fin todos miembros de un solo Ayllu, y como en cualquier familia todos y entre todos nos criamos con ternura, y no solamente por amor si no porque nos necesitamos, porque somos imprescindibles para el delicado equilibrio de la vida. Precisamente en este momento del año, especialmente el primer día de agosto, incluso el resto del mes, miles de seres humanos en los más diversos contextos proveerán de alimento y amor a la madre tierra, mediante una exclusiva, hermosa y peculiar ceremonia ritual de reciprocidad, pues todos los elementos brindados en la ofrenda los habíamos recibido durante todo el año de la misma madre, la Allpa Mama, entonces podemos decir que ésta es una actitud concreta racional e idealista o en otras palabras materialista y espiritual.

El reinicio de las labores luego de las vacaciones de medio año, coincide con el Haywakuy, por lo que el primer día comenzamos temprano por la mañana con la ceremonia de ofrenda con participación de todo el grupo humano de Kusi Kawsay.

TARPUY (SETIEMBRE - OCTUBRE)

Criar a nuestra Madre Tierra, continuará en los meses siguientes acondicionando los terrenos de cultivo con riego y fertilizantes naturales, proveyéndola de oxígeno al remover  la tierra; eso es el Tarpuy, el tiempo de la siembra, que se extenderá aún hasta fines de año para luego enriquecer la belleza silvestre con pinceladas intensas de verdes y todos los colores de las flores y frutos en el tiempo de lluvia. Como siempre en los andes, esta fundamental labor para la vida en el planeta, se realiza en una atmosfera de jolgorio, con música y comida específicas de la época.

En el caso de nuestra institución educativa, cada grado de estudios tiene para su crianza una pequeña parcela dentro del área de la escuela en el que además las niñas, niños y jóvenes dialogan cotidianamente con estos miembros de la gran familia que nos nutren con su vida y nos proveen invariablemente del imprescindible oxígeno.

TIEMPO DE LOS ANCESTROS (NOVIEMBRE – DICIEMBRE)

Durante éste tiempo los ancestros saldrán de las profundidades del Ukhu Pacha, para convivir con nosotros, así compartimos y gozamos de la vida juntos al ritmo de flautas de nombre Lawita (que se tocan solo durante y cuando comienzan las lluvias) y redoblantes, con éstas melodías antiguas los Ñaupa Machu danzan frenéticamente silvestres, con nosotros, los seres de este tiempo y espacio. La presencia de estas abuelas y abuelos primigenios también trae consigo las nubes que nos brindarán en los siguientes meses, de más vida en forma de lluvia, entonces todo se tornará en abundancia continuando así el ciclo que en este caso proseguirá con el Poqoy Pacha, que es cuando se celebra el Pukllay. Este acontecimiento nos remite además, según las crónicas locales, a la rememoración de unos iniciales seres gigantes que con el disparo de sus hondas formaron los valles y cañadas modelando así la faz de la Madre Tierra. Es el momento también cuando canalizamos nuestro eterno agradecimiento a todas las mujeres y hombres de todos los tiempos que con su capacidad de sobrevivencia, experimentaron, entendieron, desarrollaron y finalmente llegaron a la humanidad completa de las herramientas y sabiduría que hasta la actualidad permiten la vida de la especie humana en el planeta. Así comienza el tiempo de la abundancia, el goce, la celebración, el tiempo del recibir… ya llegará nuestro momento de dar y lo haremos con el mismo desprendimiento y entusiasmo aprendido de los ancestros.


La época corresponde a los dos últimos meses del año, en consecuencia, en cada jornada de clases se ahonda al respecto y se dedicará un día del mes de noviembre para la celebración ritual. 

1 comentario:

  1. Hermosoooo ! Algún día me encantaría ir a visitarlos, y que se pudiera replicar su trabajo en las distintas zonas de los Andes!
    Saludos desde chile.

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